TÓPICOS NATURA

 

¿Dónde están? Ubi sunt? ¿Dónde están las libélulas con sus ojos multifacetados, con sus alas de cristal y su abdomen alargado? ¿Hacia qué Norte el viento las llevó? ¿Dónde ha ido a parar el conjunto de mariposas, con su sinfín de colores y con sus ganas envidiables de volar? ¿Qué clase de secuestrador nos arrebató de las manos el Locus amoenus: las lagunas purificadas, el crepúsculo tranquilizador, los verdes prados, los girasoles sonrientes? ¿Dónde quedó el amor que decíamos tener por la Señora y Madre Naturaleza? El tiempo…, el tiempo se los llevó, Fugit irreparabile tempus, el tiempo que huye irreparablemente.

Collige, virgo, rosas” pronunciaban los latinos sin imaginarse que hoy ni siquiera tendríamos pétalos por recoger ya que sus dueñas se perdieron tras las nubes de la deforestación —esa maldita arma de los descorazonados—. Los osos de mentalidad humana poblaron los bosques, los yacarés de piel blanca levantaron un imperio de pantanos y los halcones con cabellos de hombres se apoderaron de las selvas enmarañadas dejándolas desiertas. A lo lejos, la serpiente que se desplaza por entre las hojas, Latet anguis in herba, se devora la belleza a su paso: el aire con sabor a serenidad, la música de los grillos inocentes y la luz de los brazos del sol.

¿Es este el destino del hombre, el tan famoso Homo viator? ¿No existe un dios de aguas floridas que recicle este Contemptus mundi para transformarlo en la Arcadia que tanto soñó Teócrito? Dichoso aquel que pueda encontrarlo, Beatus ille, aquel que pueda elevar una plegaria por la paz, por la salvación del agonizante planeta. Pero quizá seamos nosotros los que tengamos que promover un cambio: nosotros que destruimos en lugar de construir, nosotros que contaminamos nuestras venas en lugar de desinfectar nuestra alma, nosotros que matamos esperanzas en lugar de desarrollar raíces con la humanidad. Posiblemente seamos nosotros los que tengamos que gestar un Vita flumen, pero no un río de vida que desemboque en la muerte, sino un río vital que confluya en el tan esperado Paraíso Terrenal.