ROTACISMO

 

Me cambiaste los crayones
por los cráteres
y dejé de ser creyente
y criatura.

Crujiente
me trabajaste el cráneo
huérfano de credos
y de crianzas.

Crecí crepitando rencores
en cada crepúsculo
de esta vida crapulosa.

Y así
por tus crampones
planeé mi idea criminal:
   crear cuanto pueda
   para exhibir
               —¡cretino!—
   tu futuro craso.