me paro en la cumbre de
mi fractura expuesta
y me
contemplo
¡cuán enfermo estoy!
no dejo de estornudar pentagramas inconclusos
sobre las muelas dolientes de un piano desorientado
la fiebre
destiñe mis atardeceres
se posa sedienta en mis ojeras de nylon
y la gangrena que ladra
le implora a mis santos la extremaunción
o la eutanasia
¡oh cuánto más!
hay que amasar la solución
antes de que mujan las cadenas
en la cuerda floja
es uno quien
decide si avanzar
o dejar que
sus traumas avancen primero