Salón Bruner y Gardner: AFECTIVIDAD

*BRUNER y GARDNER: profesionales de la psicología que realizaron aportes significativos al entendimiento de la inteligencia humana. Dos de estas son las interpersonal y la intrapersonal. La primera se refiere al reconocimiento de un Otro, desde la afectividad, la empatía. La segunda tiene que ver con el desarrollo del conocimiento sobre una mismo, es decir, las emociones propias, pensamientos, etc. Por lo tanto, el reconocimiento de la afectividad es uno de los pilares de nuestro desarrollo.

 

GESTO

Una zona de contacto.

Una acción o una serie de acciones que nos hacen entrar en contacto de determinada manera con lo que sucede y nos sucede con otros, otras, otres.

Los gestos muestran la superficie, la cara visible de una ética particular.

Los gestos nos ligan o nos alejan. Nos acercan o nos distancian.

Los gestos mínimos que nos ligan, sobre eso vale —desde mi punto de vista— detenernos al pensar la escuela.

El gesto de la maestra que les espera en la puerta para dar hospitalidad al inicio del encuentro. El gesto de quien aloja las diferencias sin desigualarlas.

El gesto de poner el límite justo y acompañar los descubrimientos del mundo.

El gesto de estudiar para enseñar. El gesto de ser generosxs con lo que sabemos.

El gesto de saber que no sabemos todo. El gesto de no querer imponer verdades.

El gesto de insistir en lo que sí podemos tramar en colectivo.

El gesto aliviante. El gesto de esperarte y el gesto de empujarte a desear más. El gesto erótico de la pedagogía.

El gesto urgente para evitar daños y sufrimientos.

El gesto de alojar, de dar y hacer lugar.

El gesto de buscar actuar con justicia en las instituciones educativas.

El gesto de habilitar acercamientos a otros destinos posibles.

El gesto de no leerte como amenazante.

El gesto de la ternura (que no es el gesto del ternurismo).

“La ternura es la forma más modesta de amor. No tiene emblemas o símbolos especiales. Aparece cuando miramos de cerca y con cuidado a otro ser, a algo que no es nuestro yo, pero donde nos descubrimos a nosotros mismos” (Olga Tokarczuk).

El gesto de mirarte. El gesto de escucharte.

El gesto de que me importes y que me importe lo que me estás diciendo.

El gesto de que me importe tu presencia y tu existencia en esa presencia. El gesto de que me importe lo que sentís, lo que te produce bienestar.

El gesto de hacerte saber que me importás.

El gesto de enseñarte para los inconformismos y las desobediencias permanentes.

El gesto de animarnos a habilitar las preguntas que no tienen y no tendrán nunca respuestas. El gesto desinteresado.

El gesto de no avergonzarte ni humillarte.

El gesto de no suponerte incapaz. El gesto de enseñar para prometer otros destinos.

El gesto de dolor ante las injusticias escolares. El gesto de hacer memoria colectiva.

 

—nos mueve el deseo de gestos interesados
en el armado de una escuela justa y amorosa—

(Del libro Conversar la escuela, de Belén Grosso)