EN SITUACIÓN DE CALLE

 

Un ángel llueve
en la estación de tren
no necesita nubes
ni un pronóstico extendido
sabe lloverse
pero no sabe reírse

todos lo miran
pero nadie lo entiende

no pide limosnas
pide sólo que
alguien se acerque
a reparar sus alas

contempla la indiferencia
y confirma entonces
que aquel cielo
esmerilado
es uno más
de los inventos
de la Biblia.